lunes, 15 de noviembre de 2010

Manny Pacquiao vs Antonio Margarito, La Pelea Del Año.

No es común que en este blog se escriba sobre combates famosos, mas bien, se pretende hacer famosos, aunque solo sea por quince segundos a los que no lo son… No por nada, se me ha oído decir que el blog tiene que “vender humanidad”. Pero la gracia es que no vendemos nada, y que estos dos atletas de los que voy a hablar, no son humanos, aunque lo parezcan.

Por eso, me saltaré el protocolo, y escribiré lo más humanamente posible, la crónica de esta pelea.


Las cinco de la mañana, suena el despertador. Enciendo el televisor y ahí tenemos a Mike Jones recibiendo castigo por parte de Jesús Soto-Karass, en el noveno asalto. El mejicano, aprovechaba el poco fuelle que le quedaba para lanzar lo que habría entrenado hasta la extenuación, jab, directo y hooks al cuerpo… todo en un patrón predecible.

Jones, solo huía, pero de vez en cuando, sacaba manos que daban sensación de calidad, destacando solamente en el último asalto, en el que cuela golpes potentes que afectan bastante Soto-Karass.

Gana Jones por decisión dividida (y muy discutida).

Cinco y cuarto. Suena el teléfono. Cómo no, Axel Smith. Sabe que ya estoy despierto, pero él no se acaba de levantar, él lleva desde las doce de la noche viendo la emisión de “Marca TV” (eso si es afición), a quién agradecemos que no nos haga gastarnos el dinero en PPV y que nos retransmita con los medios de que dispone este evento.

Tras el combate, varias “performances” de luces, efectos, videos de combates, raperos cantando (esto me recordó peligrosamente a la velada de Muay Thai de Albacete), un himno mejicano ejecutado a la perfección por un cantante de este país, un himno filipino, mejorando en ejecución de canto por una guapísima artista oriental vestida de rojo, y las tres cheerleaders americanas, que interpretaban el himno del país anfitrión, aunque seguro que ningún chico se fijó en lo bien que cantaban, el plato fuerte estaba a punto de comenzar.

Las seis menos cuarto de la mañana, yo, mirando el reloj, y Michael Buffer cantando su ya legendario y bien retribuido “Lets get ready to Rumble”, Méjico enardecido apoyando a su “peleador”, Filipinas henchida de orgullo por su “congresista”, el mundo en estado de shock y en Arlington, Texas, el jodido estadio de los Cowboys estremecido por un terremoto y al rojo vivo.

¿Habrá sangre guerrera, sudor y lagrimas de éxito y fracaso? Lo que si hay es expectación y polémica:

Qué si Pacquiao se deja el boxeo por la política y no entrena, que si Margarito se pone yeso en las vendas y una botella de suplemento para perder peso en su vestuario, que veremos a ver, que si el mejicano pega duro, es valiente y 150 libras (68kg) para 1,80 cm es poco peso, y el filipino, suele estar en las 130, sube a las 144 (65kg) y algunos dicen que si se dopa, o que hay tongo en sus peleas…

Bueno, para gustos los colores.

U.T.B. (Levantemos el Boxeo), los apoyamos a los dos. No por nada tenemos a Pacman en el encabezado. Axel es incondicional, y yo boxeaba de zurdo… así que… bueno… está claro con quién vamos. Pero he visto las suficientes peleas del Tijuanense, como para decir que su pegada es durísima, que tiene el valor de los peleadores de su país y que sus directos y sobre todo su uper de izquierda, son demoledores tanto al cuerpo como a la cara, y para muestra, Coto, Cintron o Kyvelos, que no son poca cosa.

Llamada del referee, segundos fuera…

Y allá van…

Primer asalto:

Los dos muy tranquilos, y estudiándose con el jab, aunque es Manny quien empieza a abrir el juego usando su izquierda recta a la cara, al cuerpo y algún crochet de derecha a la cabeza, también combinaciones de libro tipo “1,1,2” y “1,1,2,3”, y Antonio sigue intentando atinar con su jab al filipino, que no ofrece blanco fijo. Lo que si puedo decir es que Margarito parece inmenso ante Pacquiao y que éste último empieza a coger velocidad y tira ráfagas, en su mayoría golpes rectos, que van dando confianza al filipino, que parece a su vez, agrupar los impactos en dianas, por la gran precisión que está demostrando.

Segundo asalto:

Margarito sale con la recomendación de que saque una rápida derecha corta, tras secuencia de jabs para aproximarse, pero Pacman, imita la guardia cerrada de su rival y apunta los golpes con siniestras intenciones. Antonio, al ver blanco fijo, se lanza con variedad de golpes, que son bloqueados y contestados, convirtiéndose esto en un toma y daca que cobra intensidad, y desata el griterío del público con golpes de todo tipo, siendo remarcable la potencia del Mejicano, pero cuando encendí el televisor, me fijé en que el filipino calentaba el crochet de derecha con las manoplas, y cada vez que avanza su rival, se lleva uno, así que no es descabellado pensar que lo tenía más que preparado. Antonio Margarito ha estado más solido, ha impactado upers y ganchos muy duros (uno a las costillas y otro a la cara con la izquierda, rematado con uno de derecha, que es su patrón personal de golpeo), pero suda mas de lo normal, y Pacquiao lo contesta todo, encajando los golpes sin problemas.

Tercer asalto:

Comienza la cosa igual que en el anterior, pero Pacquiao ya no es el mismo, ahora busca los flancos, mueve el cuerpo y comienza a aplicar golpes de gran potencia.

El gancho de derecha para cortar el avance del Tijuanense, se repite con mas asiduidad, y combinaciones de crochet y directo, y “uno, dos” y uper de derecha, impactan por dentro de la guardia de Margarito. Éste, coloca alguna que otra derecha en el rostro, pero Manny explota su terrible gancho de izquierda, con el que tiró al suelo a Hatton, a Morales o a Márquez, y por cada golpe que recibe, contesta con una andanada de cañonazos que llegan todos a su destino.

Remarcable es también que Margarito se queja de un cabezazo, aunque es accidental, y que Pacman le aplaude una vez las acciones al Mejicano.

Cuarto asalto:

Pacquiao saca los ganchos con mas frecuencia, y Margarito, aconsejado por la esquina, empieza a presionar con varios hooks de izquierda al cuerpo, teniendo el filipino, que salir del intercambio, aunque muy hábilmente, empieza a darle uso a los ganchos de izquierda, que son largos, vienen a todas las alturas, y son con la mano de atrás, abriendo el pómulo derecho de Margarito, y aquí se tuerce todo para el Tornado de Tijuana.

Con una gran precisión, las izquierdas en forma de gancho o de directo de Pacman, vienen rápidas, secas y a la cabeza y al hígado, cogiendo a Margarito en dos ocasiones, en una que casi se va al suelo y en la otra, el fuerte directo al cuerpo hizo que doblara el cuerpo y le temblaran las piernas.

Quinto asalto:

Margarito sale con una pequeña brecha y un notable hinchazón en el ojo derecho, debido al preciso e implacable castigo al que ha sido sometido y que sigue sufriendo, aunque en este asalto, se puede ver la primera vez en que presiona al “congresista” contra las cuerdas vaciando el cargador cual metralleta; y con el merecido aplauso de su rival, que decide contestar golpe por golpe, y que no para de impactar con ese gancho de derecha que viene tras el jab del Mejicano y que no le deja sacar otra mano.

Pacman, al ver que su oponente se ha convertido en un blanco fácil por la falta de movimiento, reparte los golpes con gran variedad e impredecibilidad de combinación, pero guarda los mejores para el ojo derecho, con el que se ceba, mientras que Margarito, acusa ya el castigo a la cabeza.

Sexto asalto:

Margarito sigue llevando castigo y su guardia ya no cierra como antes, siendo esta un coladero de jabs y directos bien apuntados, algunas vecen entran dobles directos de izquierda, todos al gran hinchazón de su ojo derecho. Aunque se está atreviendo a colocar manos, éstas, que en los tres primeros asaltos eran capaces de romper la guardia y volarle los brazos a Pacman, ahora ya son menos intensos, y aunque tras buscar con el hook de izquierda, consigue afectar a Pacquiao con uno al riñón y otro al hígado, no le quitan el ritmo ni las ganas de aplaudirle el trabajo bien hecho.

Séptimo asalto:

El asalto comienza, y a mi se me escapa una sonrisa de ver que Manny esquiva a cualquiera de los flancos después de disparar para evitar el veneno del contrario, aunque en ese minuto de aliento, he visto con gran disgusto que el mejicano, difícilmente puede ver algo ya con el ojo derecho. Gran condición física la de Antonio, porque el castigo que lleva ya es considerable, pero toda gran muralla es susceptible de caer, y son demasiadas ya las ocasiones el las que las piernas le han temblado al tijuanense, tantas, que el veneno se pierde y al rival, le deja de importar cambiar golpes a lo loco, porque ya da el triple de lo que recibe, y son flurrys tan impredecibles que hasta a mi me cuesta describirlos.

Octavo asalto:

Yo vuelvo a mirar el reloj y me digo, -uno más-.

Pacman, ha visto y comprobado que el mejicano ya no ve por el ojo derecho, y ahora, con una estrategia hábil de destrucción, busca cerrar el izquierdo con el arma que ha preparado, el gancho de derecha que usa para parar el avance. Margarito, llega a atreverse a arrinconar con un furioso ataque de golpes curvos, pero la cuchilla no tiene mucho filo ya, el gran gancho de izquierda, el jab y los directos dobles, agitan el cráneo del Tornado, con una violencia desgarradora. Esto ya no tiene color… Margarito… El gran Antonio Margarito, acomete de nuevo… Pero sus golpes son de juguete, y los de su rival son una tormenta huracanada… Un tifón de las Filipinas que llega con vientos que traen de seis a diez golpes, y hacen el sufrimiento del Mejicano digno del de cristo en la cruz, y que dios nos perdone.

Noveno asalto:

Que dios nos perdone, y a mi que me perdonen mis compañeros, porque veo este y me voy a ponerme el uniforme que ya voy tarde, pero este asalto lo veo también.

La cara de preocupación de los segundos del mejicano es manifiesta, y la de uno de ellos es aterradora. El “cutman” usa el hierro, la gasa y el bastoncillo a contra reloj, pero su profesionalidad ya está superada por la herida, pero Margarito no está preocupado, Margarito quiere pegar, ha encajado varios uper con su izquierda que aún sigue sólida y sale a por todas haciendo un buen asalto, pero el “congresista” se reserva y apunta con su crochet al ojo izquierdo, que ya empieza a inflamarse.

Décimo asalto:

Para qué os voy a mentir, yo he visto a partir de aquí en diferido vía internet, porque a estas alturas, ya estaré saliendo hacia el trabajo, pero Axel si que está viendo el encuentro, y si mi amigo y compañero tiene un don, es la palabra, así que por teléfono me relata el asalto hasta que pierdo la cobertura.

El árbitro comprueba la visión de Antonio antes de iniciar las hostilidades, Pacquiao acusa el cansancio y cambia los flurrys por Haymakers, ganchos que llegan con todo el peso del cuerpo y bien apuntados, a veces sueltos, a veces en combinaciones de dos o tres certeros disparos.

En los compases finales, se igualan en cardio, y comienzan a cambiar golpes haciendo las delicias del público, pero a veinte segundos del final, Pacman acierta su crochet de derecha y coge a Margarito, que emprende la retirada con los brazos arriba y tirando jab para disuadir.

Undécimo asalto:

Mientras me juego la vida en una siniestra y resbaladiza autovía, a velocidades poco recomendables, (por decir algo), aderezado con carrera a muerte con un Toyota, A Margarito le revisa la vista el médico.

El entrenador arenga a Margarito, porque saben que si no es por K.O. no ganan.

Salen mermados los dos, pero la diferencia es que Pacman tiene la cara inmaculada.

Éste comienza con el jab, sin potencia, y sin moverse demasiado, pero al recibir alguna derecha suelta del Tijuanense, se pone las pilas y ataca de nuevo con golpes rectilíneos y pétreos que vienen en secuencias cada vez mas largas, viéndose obligado el referee a revisar la vista de Margarito antes de dejarle continuar.

Pero el que parece no querer continuar es Pacquiao, que viendo la masacre creada por sus puños, sugiere al árbitro que pare la pelea.

Duodécimo asalto:

Un castigo insoportable es el que lleva el mejicano, y le quedan tres minutos mas. Su esquina le dice que trabaje con el jab y eso es lo que hace. Obediente. Como animal que va al matadero, y con un compasivo rival que solo tira con potencia los golpes necesarios y el resto los marca con misericordia, pero ante la perseverancia de Margarito, que le busca con el jab, viste el asalto con preciosas combinaciones que hacen retroceder al mejicano, deslumbrado por la relampagueante velocidad de manos del grandioso filipino.

Y suena la campana…

Finalizó el arduo calvario de padecimiento infinito.

Aquí no ha perdido nadie, han ganado los dos.

Manny Pacquiao ha ofrecido un gran espectáculo para sus incondicionales, con una velocidad endiablada, una precisión que asusta, una potencia que espanta y un cardio casi incombustible… pero lo mas peligroso es que su forma de plantear los combates y sus estrategias, funcionan bien.

Los jueces dieron la siguiente puntuación: Oren Shellenberger 119-109, Juergen Langos: 120-108 y Glen Crocker 118-110.

El octavo título mundial ya está en sus manos.


Pero el señor Antonio Margarito, el Tornado de Tijuana, nos ha ganado a todos por su valentía, coraje y capacidad de sufrimiento.

Ánimo, recupérate, que todos esperamos tu vuelta al ring.

Lo que si es verdad es lo que dijo Axel cuando volvimos a hablar a las 07:03 a.m.

-Los dos últimos asaltos sobraron-. Sabias palabras. Demasiado castigo para un solo hombre.

Pero el mundo del boxeo es así. Es lo que hemos elegido y que dios nos perdone.

Ahora viene la pregunta del milenio y es para ese hombre que se mantiene esquivo:

Señor Floyd Mayweather jr, ya hemos visto que Manny Pacquiao está fuerte, y no nos cave la menor duda de que usted lo está… ¿Va a dejar pasar la oportunidad de medirse con alguien que tiene una calidad similar a la suya o nos va a dar el gusto de recoger el guante?

Ansiosos esperamos una respuesta afirmativa para 2011.

Para todos vosotros,

Jhon Mesias.

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